OSTEOPATÍA
¿Qué es la osteopatía?
Mediante la Osteopatía ayudamos a reequilibrar el organismo centrándonos en mantener su estructura y mejorando de ese modo el funcionamiento del cuerpo. Se utilizan para el tratamiento técnicas seguras, adaptadas a cada paciente y a sus necesidades, teniéndose siempre en cuenta la edad, el sexo, las lesiones pasadas y el estado de salud general del mismo...
Los osteópatas trabajan con todos los tejidos y fluidos corporales, aplicando técnicas para el tratamiento del aparato músculo-esquelético y de los sistemas visceral y cráneo-sacro.
La osteopatía es una medicina manual cuya base es la globalidad del cuerpo, es decir, relaciona todos los sistemas del cuerpo entre ellos. Todo está en íntima relación, por lo tanto la alteración de un sistema afecta el funcionamiento de los otros. Por ejemplo, tratando un mal funcionamiento del hígado y trastornos en sus membranas, puede mejorar el dolor en el hombro derecho o viceversa.
Tiene como objetivo buscar del origen del problema y mediante un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado solucionarlo, para que de esta forma se terminen disipando los dolores secundarios que aparecen en nuestro cuerpo y nos hacen acudir a consulta.
¿Qué es un osteópata?
El especialista que realiza la práctica de esta medicina manual es el Osteópata. Este debe estar altamente cualificado y formado por una universidad homologada y de duración de seis años y con los previos estudios en Fisioterapia.
Un verdadero osteópata debe tener por tanto 10 años mínimos de formación a sus espaldas. Cualquier profesional que no posea el título universitario de fisioterapeuta y posterior certificado en osteopatía (CO), no está cualificado ni autorizado para ejercer tal función.
Tratamiento osteopático y diagnóstico
El diagnóstico osteopático se realiza tomando en cuenta la historia clínica del paciente, la evaluación postural, la palpación y los tests de movilidad.
El tratamiento osteopático se realiza mediante una serie de técnicas y manipulaciones orientadas a aliviar el dolor, restaurar funciones y así promover la salud y el bienestar eliminando todas las restricciones que impidan el movimiento normal del cuerpo. Para ello se utilizan un amplio abanico de técnicas estructurales, funcionales, fasciales y manipulaciones, que respetan siempre los tejidos y no van más allá de los límites que marca el propio cuerpo.
Cada célula de nuestro cuerpo tiene movimiento, donde hay falta de movimiento hay falta de irrigación y donde hay falta de irrigación hay muerte del tejido, LESION y DOLOR.